Posturografía
El control del equilibrio se basa en la información obtenida de la vía visual, la vestibular y la somatosensorial, que son los sistemas aferentes que llevan la información al sistema nervioso central.
- Sistema visual. Lleva toda la información captada por los ojos. Además, las referencias visuales nos ayudan a mantener la verticalidad.
- Sistema vestibular. Transmite la información de la posición de nuestra cabeza en el espacio y con nuestro cuerpo. Controla el tono de la muscular de las cuatro extremidades y nuestra situación al disminuir la base de sustentación.
- Sistema somato sensorial táctil. Los receptores cutáneos, de los tendones, articulaciones y músculos, dan información sobre la posición de cada zona del cuerpo y sobre la distribución de la carga de pesos
Las alteraciones del equilibrio son muy comunes en patologías neurológicas, tanto en situaciones donde el equilibrio se puede ver alterado en posturas estáticas (equilibrio estático), como en situaciones en las que el cuerpo requiere de algún movimiento (equilibrio dinámico). Es por ello que el abordaje que se realiza para la correcta integración de estas tres vías busca como objetivos:
- La estabilidad. Capacidad de mantener las proyecciones del centro de masas dentro de la base de sustentación, describiendo así los límites de estabilidad.
- La orientación. Capacidad de mantener una relación entre el cuerpo y el entorno que rodea a la persona.
Para valorar y trabajar estos problemas, en la Unidad de rehabilitación neurológica del Clínica Universitaria utilizamos el dispositivo robótico Hunova, que es un posturógrafo dinámico validado, capaz de plantear ejercicios y recoger variables tanto en bipedestación como en sedestación gracias a su silla robotizada.
Como valoración inicial, se realiza un análisis posturográfico, en un entorno tranquilo donde la persona pueda concentrarse en la tarea, y estando en bipedestación y/o sedestación. Las condiciones de cada tarea son distintas. Algunas pruebas requieren de la evaluación con distintos estímulos visuales (con ojos abiertos, ojos cerrados, seguir objetivos…), en donde la plataforma o el asiento permiten realizar los ejercicios en diferentes niveles de inestabilidad:
- Elástica. La plataforma facilita el regreso hacia la posición de partida durante el ejercicio.
- Fluida. La plataforma frena aceleraciones de la plataforma, pero no facilita el regreso de esta durante el ejercicio.
- Propioceptiva. La plataforma no ofrece resistencia ni ayuda para recuperar la posición de partida durante el ejercicio.
Dispone de un sensor dotado de un giroscopio altamente preciso que permite registrar todas las estrategias compensatorias del tronco, así como facilitar feedback visual y auditivo en tiempo real para corregir dicha compensación.
Se obtienen parámetros de rango de oscilación, posicionamiento, relación elipse eje, velocidad de oscilación media, rango de oscilación del tronco, tiempo, área recorrida y límite máximo de estabilidad.
Todos estos parámetros se comparan con patrones de normalidad por rango de edad, peso y talla.
Esto permite a los profesionales:
- Obtener la posición del centro de gravedad.
- Obtener un índice de predicción de caídas.
- Cuantificar la distancia máxima de la persona para desplazar su centro de gravedad voluntariamente dentro del cono de equilibrio (límites de estabilidad).
- Cuantificar la habilidad del paciente para mover su centro de gravedad rítmicamente ante un estímulo dado.
- Registrar las estrategias compensatorias del tronco.
- Trabajar la función, el control motor y el equilibrio tanto en sedestación como en bipedestación o en apoyo monopodal.
- Realizar ejercicios de doble tarea.
- Realizar programas de entrenamiento individualizado con una batería de 200 ejercicios.
Gracias a este dispositivo, podemos analizar de manera objetiva el grado de alteración funcional que causan las patologías, ya sean centrales o periféricas, al facilitar la información del papel de la vista, de la propiocepción y del sistema vestibular en la persona. De esta manera, se puede instaurar un plan de rehabilitación objetivo e individualizado para cada persona, teniendo en cuenta sus déficits y alteraciones, además de ofrecer datos cuantitativos comparables entre varias evaluaciones.
Una vez realizada la valoración inicial, el software permite diseñar un entrenamiento individual, para que así el profesional pueda trabajar los objetivos planteados en cada sesión, buscando así la mejora del paciente, y pudiendo tener en cuenta su evolución en la terapia.