Psicología Infantil y Juvenil en Madrid

La psicología infantil se centra en la evaluación y tratamiento de las emociones, la conducta y el desarrollo cognitivo y social de los niños y adolescentes.

El objetivo es promover su bienestar emocional, fortalecer sus recursos personales y ayudarles a superar las dificultades que puedan estar interfiriendo en su día a día.

Desde el área de Psicología Infantil, se pretende realizar un acompañamiento integral ajustado al momento evolutivo de cada niño o adolescente contemplado desde una triple perspectiva: personal, familiar y escolar.

Esta área está dirigida a niños, adolescentes y familias, que presenten dificultades en cualquiera de los ámbitos y que requieran un asesoramiento especializado.

Patologías que tratan nuestros Psicólogos en Madrid

El área de Psicología infantil y juvenil de La Clínica Universitaria La Salle cuenta con los mejores profesionales especialistas en psicología de Madrid. Las patologías que tratamos en este área son:

Ansiedad

Trastornos del estado de ánimo

Trastorno obsesivo-compulsivo

Trastorno por estrés post-traumático

Duelo

Dependencia emocional

Pensamientos intrusivos-obsesivos

Pensamientos intrusivos-obsesivos

Dificultades para establecer límites

Resolución de conflictos

Técnicas que utilizamos

 En la Clínica Universitaria La Salle nuestro equipo de psicólogos especializados en niños y adolescentes trabajan con los siguientes tratamientos:

Para poder trabajar sobre las situaciones reales y concretas, se suele utilizar tanto con los niños como con las familias u otros profesionales, hojas de registro pretenden analizar (en caliente) las situaciones que desatan conductas disruptivas, de enfado, agresivas, impulsivas o estados de bajo ánimo. En dichas hojas se registrará:

  • Qué ha pasado (situación)
  • Dónde y con quién estoy
  • Qué hago y que hace el otro
  • Cómo me siento
  • Cómo se soluciona

 

Este tipo de registros nos permiten analizar al detalle, la frecuencia e intensidad de los conflictos, que tipo de emociones están más presentes, en que ámbitos cobran más protagonismo, y cuáles son las herramientas con las que cuenta el niño y sus carencias, para poder trabajarlas.

Tras el análisis de los desencadenantes de cada situación, las respuestas del niño o de la familia y las consecuencias, se intervendrá utilizando diferentes estrategias.

En niños más pequeños, se pueden utilizar termómetros, caras o semáforos de colores, para que indiquen la intensidad o sus estados de ánimo.

Las técnicas operantes permiten incrementar (aprender una nueva conducta) o disminuir la emisión de una. Por tanto, se analizarán las conductas, pensamientos y situaciones que producen conflicto o malestar en el niño y se priorizan con él aquellas que se van a trabajar. Para ello se aplican las diferentes estrategias:

  • Refuerzos: Elegimos la conducta que queremos incrementar y aplicamos reforzadores positivos tras ver esta conducta, es decir, premios que al niño le gustan para reforzar esa conducta que ha hecho. O bien aplicamos reforzadores negativos, es decir, quitamos cosas que al niño le gustan.
  • Moldeamiento: Moldeamos la conducta inicial la cual queremos modificar mediante pequeños pasos intermedios para conseguir llevar a la conducta final que deseamos. Reforzando cada avance del niño en el proceso.
  • Economía de fichas: Consiste en un programa basado en el refuerzo positivo que se elaborará y pactará con el niño y la familia, en el que se describirán las conductas deseadas, y los reforzadores que se obtendrán si éstas se dan según los criterios acordados. Los refuerzos habrán de ser contingentes a las conductas que se le piden y próximos a su emisión, para después ir poco a poco distanciándolos en el tiempo según se vayan generalizando dichas conductas deseadas hasta que el reforzador no sea necesario.
  • Extinción: Se acordará con el niño y la familia, aquellas conductas no deseadas a las que no se atenderá (extinción). Se le explicará al niño, con frases cortas, entendibles y repetitivas, que en esas situaciones no se le va a hacer caso, reforzando mucho cuando remita o desaparezca la conducta disruptiva.

Consiste en ver qué pensamientos disfuncionales suelen estar presentes en situaciones de bajo control, conductas disruptivas o que influyen negativamente en el ánimo, y modificarlos para provocar actuaciones positivas del niño. Enseñarle la contingencia existente entre el pensamiento y el tipo de emoción y conducta que desencadena es esencial en el proceso terapéutico.

Para detectar este tipo de pensamientos, y poder cambiarlos se utilizan distintos recursos:

  • El juego proyectivo
  • Cuentos
  • Análisis de situaciones cotidiana

 

Para luego generar lluvias de ideas y pensamientos alternativos que promuevan una respuesta diferente, más eficaz y adaptada.

Es también importante en un inicio, trabajar para conseguir parar el pensamiento que me enfada o me afecta, en situaciones en las que el niño aún no cuenta con los recursos para modificarlo, y es capaz de anticipar la conducta.

 

A los más pequeños se les entrena en técnicas proyectivas y de visualización que inducen a la relajación y que pueden incorporar y generalizar en situaciones en las que anticipan que pueden aparecer las conductas disruptivas o los sentimientos negativos. (Imaginarse en un sitio tranquilo o convertirse en una hoja que lleva el viento).

También se utilizan materiales que puedan manejar en esas situaciones que sirvan de descarga y que produzcan sensaciones profundas (plastilina, play foam, arcilla…).

Relajación muscular progresiva

El objetivo es que el niño identifique las señales fisiológicas provenientes de sus músculos cuando están en tensión y una vez identificadas poder poner en marcha las habilidades aprendidas para reducirlas.

Esta técnica se lleva a cabo de manera que se identificará el nivel de tensión muscular a través de ejercicios de tensión-relajación en diferentes grupos musculares para después relajar. Es especialmente útil en niños con altos niveles de ansiedad.

Mediante esta técnica el niño no sólo podrá relajarse mediante la tensión y relajación, sino que también se le ayudará a tomar conciencia de su cuerpo para que en situaciones de ira, angustia o nerviosismo, pueda autorregularse y consecuentemente calmarse.

 

Respiración abdominal

El objetivo es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para reducir activación en situaciones de estrés. Para ello se lleva el aire inspirado al abdomen inferior, medio y costal. Consiguiendo una respiración completa marcando ritmos alternantes entre inspiración e inspiración. Tras la práctica el objetivo es que se generalice esta respiración a la vida cotidiana.

Mediante la respiración abdominal conseguimos reducir la activación de forma sencilla y rápida. Es especialmente útil para conseguir rápidamente un nivel de relajación medio en situaciones en las que se requiere control inmediato. El entrenamiento en respiración abdominal permite respirar mejor con menos repeticiones.

¿Qué son las habilidades sociales? “La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas” (Caballo, 1986)

  • Básicas (contacto visual, dar las gracias, escucha activa)
  • Opiniones (manifestarlas, acuerdo y desacuerdo, escuchar)
  • Sentimientos (saber expresar y recibir sentimientos + y -)
  • Peticiones (hacer peticiones y saber responder a las de otros)
  • Conversación/comunicación (iniciar, mantener, participar y terminar)
  • Derechos (defender y respetar los de los demás)

 

Atendiendo a la conducta del niño, este, en diferentes contextos sociales, puede mostrarse inhibido o agresivo, la finalidad de esta técnica es que tenga conductas más asertivas, es decir, aprenda a comunicar sus deseos, comunicar cuando algo le incomoda y conseguir sus objetivos respetándose a sí mismo y a los demás.

Esta técnica se compone de los siguientes pasos:

  • Modelado: el profesional es el modelo que realizará la habilidad que queremos que el niño aprenda. Para ello se descompone la habilidad en pasos conductuales de menor a mayor.
  • Role-playing: se enseña la conducta mediante una representación como si fuera la situación real. El niño hace de sí mismo y el profesional del papel complementario, alternando los papeles al finalizar.
  • Feedback: se corrigen los errores y se refuerza lo adecuado.
  • Refuerzo y tareas para casa: se traslada a la familia estas estrategias para generalizar los aprendizajes en diferentes contextos, con el fin de que se generalice.
 

El entrenamiento en autoinstrucciones consiste en cambiar las autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos) que el niño realiza ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que sean más útiles para llevar a cabo la tarea, para que mejore el nivel de habilidad, aumentar el nivel de autocontrol o llegue a la solución de un problema.

Para abordar este entrenamiento se emplea:

  1. Modelado cognitivo
  2. Modelado cognitivo participante
  3. Autoinstrucciones en voz alta
  4. Autoinstrucciones en voz baja
  5. Autoinstrucciones encubiertas

De esta manera se consigue:

  • Favorecer la autorregulación de la conducta y aumentar la creencia y autoconfianza de las conductas del niño. Por ejemplo, se sustituyen autoverbalizaciones negativas por otras más positivas para disminuir los sentimientos negativos que nos autogeneramos al verbalizarnos frases poco constructivas e incluso destructivas.
  • Modificar el diálogo interno del niño para que no suponga una interferencia para sí mismo en la resolución de sus dificultades.
  • Trabajar la impulsividad.

Para llevar a cabo la resolución de problemas, se realiza con el niño una aproximación al problema para que consiga definirlo y formularlo, de esta se recoge información relevante de la situación y se clarifica la naturaleza del problema, lo que nos permite poner metas realistas para que el niño no se frustre si no lo consigue. Posteriormente se realiza una lluvia de ideas de soluciones alternativas lo más realistas y adaptadas al entorno del niño.

 

¿Cómo trabajamos?

La atención psicológica temprana ayuda a los niños a comprender y gestionar sus emociones, mejorar su conducta, desarrollar habilidades sociales y crecer de forma equilibrada. También ofrece apoyo a las familias en la crianza y educación emocional de sus hijos.

El proceso comienza con una evaluación psicológica integral, que incluye entrevistas con la familia, observación del niño, pruebas estandarizadas o cuestionarios, y en algunos casos,entrevistas con el centro educativo.

Para ello se analizan aspectos como:

  • Desarrollo emocional
  • Conducta y comportamiento
  • Habilidades sociales
  • Capacidad de atención y concentración
  • Autoestima y regulación emocional

Esta valoración permite identificar posibles dificultades y establecer un plan de intervención personalizado.

La intervención en psicología infantil se basa en el juego, el dibujo, los cuentos terapéuticos y otras herramientas adaptadas a la edad del niño, creando un espacio seguro donde pueda expresarse libremente.

Entre las áreas más comunes de trabajo se encuentran:

  • Manejo de la ansiedad, miedos y fobias
  • Problemas de conducta (rabietas, agresividad, desobediencia)
  • Dificultades en el control de impulsos
  • Trastornos del estado de ánimo (tristeza, baja autoestima)
  • Problemas en el desarrollo emocional o social
  • Duelos, separaciones u otros eventos vitales
  • TDAH o trastornos del neurodesarrollo

 

La colaboración con las familias y, si es necesario, con el centro educativo, es clave para el éxito de la intervención.

 

Cómo encontrar a nuestros Psicólogos infantiles en Madrid

Estamos en el edificio Clínica Universitaria. En nuestra página de contacto podrá encontrar más información e indicaciones sobre cómo llegar a nuestra Clínica de Psicologia infantil en Madrid, en Pozuelo de Alarcón.

Artículos escritos por nuestros Psicólogos infantiles en Madrid

El equipo de nuestra clínica de psicología en Madrid está a la vanguardia de su profesión y comparten sus conocimientos.

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