Principales aplicaciones de la Estimulación Directa Transcraneal

estimulación directa transcranealLa corriente directa transcraneal (tDCS de sus siglas en inglés transcranial direct current stimulation) es una técnica de neuromodulación cerebral que aplica corriente galvánica o continua a baja intensidad sobre el cuero cabelludo con el objetivo de estimular áreas específicas del cerebro (Filmer, Dux, and Mattingley, 2014). Esta corriente puede ser considerada catódica o anódica, dependiendo del polo que se sitúe en la zona del cerebro a estimular (negativo o positivo, respectivamente). El efecto que produce el tDCS puede variar: la estimulación con corriente anódica aumenta la excitabilidad de la corteza cerebral mientras que la catódica disminuye la excitabilidad de la misma. Es decir, la tDCS trata de modificar la actividad del sistema nervioso con un fin terapéutico. El efecto que nota el paciente es una sensación de picor en la zona donde se aplica el electrodo.  

Efectos adversos 

La baja intensidad en la estimulación directa transcraneal hace que los efectos adversos sean muy escasos. Un estudio en 2016 ha demostrado que no hubo efectos adversos serios en más de 33000 sesiones de tDCS documentadas (Bikson et al., 2016). Dentro de los posibles efectos adversos asociados a la tDCS, considerados como raros, leves y transitorios, nos encontramos: hormigueo, picor, quemazón, disconfort y como casos excepcionales dolor de cabeza, dificultad de concentración, nauseas y alteraciones del sueño.  

¿Qué pacientes pueden beneficiarse de la aplicación del tDCS como complemento a un tratamiento multimodal? 

Fibromialgia 

Grado de recomendación B. Los protocolos trabajan en el hemisferio dominante entre 5/10 sesiones tratamiento (Lefaucheur et al., 2017) 

Dolor neuropático tras lesión medular, amputación, ictus, esclerosis múltiple o radiculopatía 

Grado de Recomendación C según revisión del 2017 para lesión medular. Se obtienen efectos cuando los dolores neuropáticos están cronificados y se dan por debajo del nivel de lesión (Lefaucheur et al., 2017). El objetivo es estimular el área dañada o que no se esté usando debido a la lesión. No obstante, los estudios establecen que la duración del efecto es limitada. Los protocolos emplean 5/10 sesiones de tratamiento. En 2018 aparece otra revisión sistemática añadiendo ensayos con las otras causas de dolor neuropático y se concluye que en todos los estudios salvo en uno de lesión medular los efectos producidos por la tDCS son superiores a los del grupo control (David, Moraes, Costa, and Franco, 2018). Sin embargo, la heterogeneidad de los protocolos utilizados impide llegar a una conclusión de recomendación en esta revisión.  

Dolor crónico orofacial, abdominal, lumbar o pélvico 

Todavía no hay grado de recomendación porque los estudios emplean protocolos distintos. Sin embargo, los efectos de los estudios existentes son positivos (Lefaucheur et al., 2017). 

Dolor postoperatorio 

No hay recomendaciones clínicas por el momento debido a que los estudios desarrollados vuelven a emplear protocolos diferentes y se necesita más evidencia. Sin embargo, dichas investigaciones sí obtienen efectos positivos con el TDCS (Lefaucheur et al., 2017). 

Migrañas 

No hay grado de recomendación todavía por usar distintos protocolos, pero las investigaciones muestran efectos positivos. Esto se debe a que el protocolo tradicional funciona en varios estudios mientras que el nuevo enfoque que parece mejorar más que el tradicional sólo se ha realizado en un estudio (Andrade et al., 2017; Lefaucheur et al., 2017). 

Miembro fantasma 

Poca evidencia todavía. Aunque la evidencia todavía es escasa, el estudio de Bolognini y cols., en 2015 obtiene una mejoría inmediata y mantenida en pacientes tratados con TDCS durante una semana de tratamiento. Del mismo modo, dicha investigación encontró cambios en la sensación de miembro fantasma puesto que tras la terapia con TDCS los sujetos con miembro fantasma sentían disminuida la sensación (Bolognini et al., 2015). 

Movilidad y funcionalidad después de un ictus 

Ya hay publicados varios meta-análisis en relación a la aplicación del tDCS para el aprendizaje motor y la funcionalidad del miembro superior afectado tras un accidente cerebrovascular. Los resultados son positivos y muy prometedores, aunque en algunos casos no se llega a tener una diferencia significativa debido a la heterogeneidad de los protocolos aplicados. No obstante, los resultados apuntan a que la neuromodulación catódica en el hemisferio sano en pacientes subagudos y crónicos aporta buenos beneficios (Kang, Summers, and Cauraugh, 2016; Lüdemann-Podubecká et al., 2014; Tedesco Triccas et al., 2016) 

Parkinson 

Del mismo modo que para el ictus, el tDCS aplicado en pacientes con Parkinson ha demostrado tener un gran potencial, pero una evidencia limitada por el momento. Ha probado mejorar el equilibrio y la funcionalidad (Lattari et al., 2017), sin embargo en un meta-análisis publicado en 2016 sólo se pudo demostrar que el tDCS disminuía la discapacidad motora registrada en una escala diseñada específicamente para evaluar funcionalidad en Parkinson, mientras que en las demás variables no se obtuvo ningún resultado significativo (Elsner, Kugler, Pohl, and Mehrholz, 2016) 

Parálisis cerebral infantil 

Actualmente se investiga los posibles efectos de esta estimulación en niños. Se ha observado que 5 sesiones de estimulación anódica reducen la espasticidad (Aree-uea et al., 2014)Además, en muchas ocasiones la tDCS se administra en combinación con otras terapias como por ejemplo, tDCS con entrenamiento en cinta de caminar à  mejora equilibrio, marcha y funcionalidad (Duarte et al., 2014; Grecco, Duarte, Mendonça, et al., 2014)Otro estudio lo combina con realidad virtual y llega a la misma conclusión, ya que mejora el equilibrio y funcionalidad (Lazzari et al., 2017)Además, se ha observado que la tDCS puede producir efectos inmediatos tras una sola sesión para movilidad de miembro superior (Moura et al., 2017) y para equilibrio y marcha (Grecco, Duarte, Zanon, et al., 2014). Lo que no está del todo claro por falta de evidencia es la durabilidad de los efectos. 

Esclerosis múltiple 

No hay evidencia suficiente para la recomendación de la tDCS en EM. Los estudios que hay hasta ahora sugieren que la tDCS es un buen tratamiento complementario a otras terapias (Iodice, Manganelli, and Dubbioso, 2017). 

Combinación con otras terapias como: 

  • Realidad virtual (Revisión Sistemática)(Massetti et al., 2017). 
  • Ejercicio aeróbico (ECA en fibromialgia)(Mendonca et al., 2016). 
  • Ejercicio de fuerza (Piloto en artrosis de rodilla)(Chang et al., 2017). 
  • Fisioterapia convencional (ECA en síndrome de dolor miofascial)(Sakrajai et al., 2014).  
  • Baile (caso clínico en Parkinson). Al combinar la tDCS con práctica de baile en un paciente con Parkinson se observó una mejora significativa en velocidad de movimiento de tronco, equilibrio y marcha frente a placebo(Kaski, Allum, Bronstein, and Dominguez, 2014) 
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