Rigidez muscular

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Rigidez muscular

“Resistencia, estiramiento, tirantez, rigidez…” son distintos términos que, de manera habitual, utilizamos cuando queremos expresar la sensación de tensión muscular (Weppler & Magnusson, 2010). Sin embargo, ¿este tipo de sensaciones corporales son un reflejo preciso del estado biológico actual de nuestros músculos? Y, en tal caso, ¿realizar estiramientos es la solución?

A lo largo de la historia, se han desarrollado diversas teorías relacionadas con las propiedades biomecánicas del tejido muscular y su correlación directa con este tipo de sensaciones de “tensión muscular” o, también en ocasiones, asociadas a la idea de “músculo corto”, para las que el abordaje terapéutico clásico se ha centrado en gran medida en la aplicación de estiramientos. De esta forma, entre los modelos propuestos acerca de la capacidad de extensibilidad (capacidad de un músculo para extenderse hasta una determinada longitud) del tejido muscular se encuentran cuatro teorías principales que abarcan los posibles efectos de: la deformación viscoelástica, la deformación plástica del tejido conectivo, el aumento de sarcómeros (definida como la unidad anatómica y funcional del músculo estriado) en serie y la relajación neuromuscular ante la aplicación de estiramientos como técnica de tratamiento (Weppler & Magnusson, 2010).

En los dos primeros casos, los modelos se centran en las propiedades de elasticidad (o capacidad del tejido para recuperar su longitud original en ausencia de fuerzas de tensión aplicadas al mismo), viscosidad (o capacidad del tejido para aumentar su longitud en respuesta a fuerzas de tensión aplicadas durante un intervalo de tiempo determinado), y la fase plástica del tejido, en la cual, los cambios de longitud en el músculo se vuelven permanentes una vez que las fuerzas de tensión aplicadas han cesado (Draper et al., 2004; Magnusson et al., 2000).

Por otra parte, el modelo de aumento de sarcómeros en serie postula que, ante un estiramiento mantenido el tiempo, tiene lugar un aumento de la cantidad de estas unidades funcionales del tejido muscular y, por consiguiente, un aumento de la longitud del mismo (Williams & Goldspink, 1978).

Finalmente, la teoría de la relajación neuromuscular propone un comportamiento de contracción involuntaria del músculo frente a un estiramiento, el cual podría limitar la elongación del mismo durante este tipo de estímulo mecánico, y que podría disminuir mediante un programa de estiramientos estáticos durante varias semanas (de Weijer et al., 2003).

Sin embargo, los resultados obtenidos en todos los casos no han resultado ser satisfactorios, debido a que no han demostrado cambios perdurables en el tiempo (viscoelasticidad ni plasticidad del tejido muscular) ni tampoco han manifestado la presencia de actividad de reflejos neuromusculares durante estiramientos balísticos (cíclicos y de alta velocidad) ni mantenidos (Chalmers, 2004), que relacionen esa sensación de “rigidez muscular” con una disminución en la extensibilidad del tejido muscular.  Asimismo, para la teoría del aumento de sarcómeros en serie, aunque dicho aumento ocurre durante estiramientos mantenidos, se ha observado que, paralelamente, la longitud individual de cada una de ellas es disminuye, lo que desestima un aumento de la longitud total del músculo (Chan et al., 2001).

Por ello, y para intentar responder a la pregunta inicial, han surgido otro tipo de teorías relacionadas con la percepción somatosensorial (Weppler & Magnusson, 2010) y que consideran la posibilidad del efecto de ciertas variables psicosociales como el miedo al movimiento o el efecto de la interacción entre estímulos somatosensoriales y estímulos auditivos (Ro et al., 2012). Según estos últimos, se ha observado que los estímulos auditivos se integran con estímulos del tacto durante la creación de nuestras experiencias perceptivas (Stanton et al., 2017).

De este modo, actualmente el concepto de rigidez (al contrario que la definición biomecánica clásica de relación de cambio de tensión por unidad de longitud) puede llegar a entenderse como una experiencia que no se relaciona necesariamente con las propiedades mecánicas del tejido, pero que influye directamente sobre las interacciones sociales y la participación de la persona en las actividades de la vida diaria (Orbai et al., 2014). De acuerdo con estas teorías, la sensación de rigidez puede estar asociada a una respuesta de protección del organismo frente a una lesión potencial y no necesariamente real. Así, según el concepto de inferencia perceptiva, pacientes con dolor musculoesquelético podrían experimentar sensación de rigidez muscular como un tipo de inferencia perceptiva de protección (Stanton et al., 2017). Según esta idea, estímulos sensoriales como lo es la información táctil, puede ser utilizada por nuestro sistema nervioso central para adecuar y corregir nuestros modelos internos basados en la experiencia previa (por ejemplo, nuestra memoria del dolor) de acuerdo al mundo real en cada momento (Aggelopoulos, 2015; Noppeney, 2021).

En definitiva, los modelos multidimensionales del tejido muscular que contemplen otras variables además de la extensibilidad del tejido muscular, tales como el momento de fuerzas generado durante la puesta en tensión o el tamaño del área de sección transversal del mismo, pueden permitir una consideración más adecuada de la implicación de las propiedades biomecánicas del tejido en la percepción de rigidez muscular (Weppler & Magnusson, 2010). Del mismo modo, resulta necesario seguir investigando en las implicaciones del sistema nervioso central y el modelo de inferencia perceptual (Stanton et al., 2017; Tabor et al., 2016), de forma que el abordaje de este tipo de clínica en el paciente se enfoque de la forma más adecuada y no circunscribir este tipo de sintomatología únicamente a una cuestión de extensibilidad del tejido y su abordaje mediante estiramientos.

Eduardo Gamboa

Referencias

Aggelopoulos, N. C. (2015). Perceptual inference. In Neuroscience and Biobehavioral Reviews (Vol. 55, pp. 375–392). Elsevier Ltd.

Chalmers, G. (2004). Re-examination of the possible role of Golgi tendon organ and muscle spindle reflexes in proprioceptive neuromuscular facilitation muscle stretching. Sports Biomechanics, 3(1), 159–183.

Chan, S. P., Hong, Y., & Robinson, P. D. (2001). Flexibility and passive resistance of the hamstrings of young adults using two different static stretching protocols. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 11(2), 81–86.

de Weijer, V. C., Gorniak, G. C., & Shamus, E. (2003). The effect of static stretch and warm-up exercise on hamstring length over the course of 24 hours. The Journal of Orthopaedic and Sports Physical Therapy, 33(12), 727–733.

Draper, D. O., Castro, J. L., Feland, B., Schulthies, S., & Eggett, D. (2004). Shortwave diathermy and prolonged stretching increase hamstring flexibility more than prolonged stretching alone. The Journal of Orthopaedic and Sports Physical Therapy, 34(1), 13–20.

Magnusson, S. P., Aagaard, P., & Nielson, J. J. (2000). Passive energy return after repeated stretches of the hamstring muscle- tendon unit. Medicine and Science in Sports and Exercise, 32(6).

Noppeney, U. (2021). Perceptual Inference, Learning, and Attention in a Multisensory World. In Annual Review of Neuroscience (Vol. 44).

Orbai, A. M., Smith, K. C., Bartlett, S. J., de Leon, E., & Bingham, C. O. (2014). “Stiffness has different meanings, I think, to everyone”: examining stiffness from the perspective of people living with rheumatoid arthritis. Arthritis Care & Research, 66(11), 1662–1672.

Ro, T., Ellmore, T., & Beauchamp, M. S. (2012). A neural link between feeling and hearing. Seeing and Perceiving, 25(0).

Stanton, T. R., Moseley, G. L., Wong, A. Y. L., & Kawchuk, G. N. (2017). Feeling stiffness in the back: a protective perceptual inference in chronic back pain. Scientific Reports, 7(1).

Tabor, A., O’Daly, O., Gregory, R. W., Jacobs, C., Travers, W., Thacker, M. A., & Moseley, G. L. (2016). Perceptual Inference in Chronic Pain. Clinical Journal of Pain, 32(7), 588–593.

Weppler, C. H., & Magnusson, S. P. (2010). Increasing muscle extensibility: A matter of increasing length or modifying sensation? In Physical Therapy (Vol. 90, Issue 3).

Williams, P. E., & Goldspink, G. (1978). Changes in sarcomere length and physiological properties in immobilized muscle. Journal of Anatomy, 127(Pt 3), 459. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1235732/

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